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sábado, 16 de octubre de 2010

BCN

Hace casi dos semanas, Emejota y yo nos embarcamos en una aventura que recordaremos durante toda nuestra vida, ya que no sólo fue nuestro primer viaje juntos, sino que visitamos una de las mayores ciudades de Europa, Barcelona.

Movidos por las ganas de conocer mundos, por querer disfrutar unos días para nosotros dos, incluso movidos por genios como Antoni Gaudí o Woody Allen, decidimos trasladarnos a tan conocida ciudad, donde disfrutamos a más no poder de su belleza durante tres días.

Finalmente, nuestro trabajo, nuestras horas de papeleo y súplicas dieron su fruto: el sábado 31 de julio, a pesar del cansancio producido por las pocas horas de sueño, nos encontrábamos a las seis de la mañana a bordo de un avión. A pesar de que una hora más tarde llegaríamos al aeropuerto del Prat, aún no nos dábamos cuenta de que habíamos llegado a la ciudad, pero todo cambió cuando nos montamos en el tren y llegamos al centro cosmopolita.

Nada más hacer el check-in en el hotel, apenas perdimos tiempo en prepararnos y salimos a recorrer Barcelona por nuestro propio pie, la mejor forma de conocer una ciudad. Decidimos caminar por la Avenida Diagonal hasta llegar al Paseo de Gracia, por el cual bajaríamos para ver entre otras cosas, la Pedrera, la casa Battló, haciendo una pequeña visita a alguna tienda y sin dejar de admirar el cuadriculado entramado de las calles de la ciudad catalana. Durante ese paseo, decidimos hacer una parada y entrar a comer en un bonito restaurante tailandés para recuperar fuerzas. Tras la comida, continuamos hasta llegar a la Plaza de Cataluña, donde permanecimos observando y fotografiando todo cuanto había a nuestro alrededor. Continuamos nuestro camino por las Ramblas, famoso paseo caracterizado por sus vendedores y artistas ambulantes. Bajamos sin intentar perdernos ni un solo detalle resaltado en la guía, como el famoso Mercado de la Boquería, al cual decidimos no entrar por falta de tiempo, el Gran Teatro del Liceo, sin dejar pasar un mosaico de Joan Miró, una pequeña parada en un puesto donde Emejota me regaló un Kanji de Yume (“Sueño” para los menos diestros en el idioma nipón) junto a mi nombre, escrito en el momento al más clásico estilo caligrafiado asiático. Nuestro paseo por las Ramblas se dio por finalizado al llegar al monumento a Cristóbal Colón, una gran estatua de cerca de 60 metros de altura con vistas de la ciudad. Para dar por concluida tan agotadora jornada, nos propusimos ir al Parque de la Ciudadela a pasar unos minutos en las barcas, pero el cansancio y las nubes que amenazaban en caer como en los comics de Asterix nos hicieron cambiar de opinión y volvimos al hotel a darnos un descanso en el Spa.

Nuestro segundo día comenzó con una madrugadora mañana para ir a desayunar al buffet del hotel. Tras salir del restaurante con las pilas puestas y un par de bocadillos en la mochila, nos dispusimos a visitar el monumento insignia de Barcelona, la Sagrada Familia, obra de Antoni Gaudí. A pesar de que únicamente vimos el esplendor externo de la catedral, pudimos entrar a la capilla y visitar la tumba del arquitecto. Tras abandonar el lugar, nos dirigíamos a la zona portuaria andando, sin hacer caso de las indicaciones de un taxista que nos dijo que el puerto se localizaba a 5 kilómetros más abajo. Después de intensos minutos de caminata logramos nuestro objetivo y alcanzamos la costa, y buscamos un restaurante donde poner reponer fuerzas. Cuando terminamos de comer en un restaurante cercano a la playa, comenzamos a pasear por la misma, envidiando quizá a aquellas personas remojándose en la costa mediterránea. Cuando dimos por finalizado el paseo por la Barceloneta, nos dispusimos a subir al Barrio Gótico y perdernos en su laberíntico complejo de calles. Aunque ya comenzábamos a estar cansados, nuestra ansia de conocer la ciudad impidió que nos detuviésemos, llevándonos a visitar el Museo Picasso, donde se exponían diversas obras del pintor malagueño ordenadas cronológicamente, destacando su evolución artística a lo largo de su vida y, sin duda, demostrando que con cuatro años pintaba como Rafael, pero le costó toda una vida para pintar como un niño. Otra de nuestras paradas fue la Catedral de Barcelona, aunque no logramos entrar debido a una sexista prohibición por llevar las mujeres pantalón corto y hombros descubiertos. No obstante, continuamos nuestro camino, llegando a la Plaza Real, la Plaza de Sant Jaume y la Plaza de España. Al encontrarnos ya demasiado cansados, en nuestra búsqueda de un lugar para cenar dimos con un sencillo Lounge-Bar situado en unos cines, donde un bocata y una ensalada pudieron ayudar a terminar con nuestro hambre. Finalmente fuimos al hotel, que se encontraba a poca distancia de los cines, donde nos volvimos a encomendar a Morfeo.
El siguiente era el día que daría por terminada nuestra estancia en Barcelona. Con un rápido desayuno y tras haber realizado el check-out, fuimos a otra de nuestras paradas obligatorias, el Parc Guell, un bonito y verde parque con cada uno de sus rincones encantado por la magia de Gaudí, con bellas vistas de la ciudad y naturaleza que parecía viva. Cuando terminamos la visita del parque, volvimos al centro comercial limítrofe a nuestro hotel, donde visitamos varias tiendas como Muji, donde compramos varios materiales para nuestro último curso de instituto, y comimos en un pequeño restaurante. Entonces comenzó la aventura final, llegar a tiempo al aeropuerto.

Nuestro pequeño periplo final llegó a buen puerto gracias a que viajamos en coche hasta la terminal, y además nuestro avión se retrasó. Finalmente, nos esperó un tranquilo viaje de vuelta, con ganas de volver a nuestro Madrid pero dejando un gran recuerdo de la bella ciudad costera.

martes, 20 de julio de 2010

Madrid. Sushi y Carpaccio.

Este martes tenía un toque que lo hacía distinto del resto. Tras cerca de un mes viviendo al otro lado del charco, por fin, Diego regresó de Michigan. A pesar de despertarme a las nueve de la mañana para poder darle la bienvenida a los Mandriles, me mandó un mensaje diciendo que no podía venir, pero que ya nos veríamos más tarde. Tras terminar de impartir mi clase de matemáticas, Diego, Curi y Emejota hicieron acto de presencia con Sunny Delight Florida y un Monster Shooter.

 Tras los correspondientes abrazos y demás, Diego procedió a contarnos varias anécdotas graciosas de su estancia en la tierra del gran lago, desde padres fumadores de maría hasta su paso por una combinación de Water Park y Amusement Park y sus situaciones en las que daba igual cómo fueras vestido o qué comieras, total, "It's your choice". Tras un buen rato de charla, Diego y Curi abandonaron mi casa y Emejota y yo empezamos a investigar asiáticos a domicilio para comer.



Finalmente, nos decantamos por el Take a Wok y nos pedimos un menú que contenía un rollo de primavera, samosas, y una caja de verduras salteadas y otra de pollo con curry. Mientras llegaba nuestro pedido, Emejota preparó una rica ensalada y yo bajé a comprar sushi, ya que no tenían en el restaurante. Cuando llegó nuestra comida, pusimos la mesa , desenfundamos los palillos, y degustamos una comida asiática en cajitas como en las películas americanas.

















Después de nuestro almuerzo, nos dedicamos a buscar las notas de corte en distintas universidades para nuestras posibles carreras. A pesar de que para mí fue casi como verme cara a cara frente la selectividad, con sensación de miedo incluida, también simbolizó el primer pequeño paso para nuestro futuro universitario, el cual espero que lo tomemos con una gran ilusión.

La última parada de nuestro día fue en casa de Emejota, donde nos preparamos una buena cena, con carpaccio como plato principal.

En definitiva, hoy tuvimos un día entretenido, palpando sueños del futuro y comiendo en cajitas de comida que sin duda habrá que volver a pedir!

domingo, 18 de julio de 2010

Madrid. El rastro

Un domingo más, el centro de Madrid aparece disfrazado con tintes de fiesta y espectáculo. El rastro fluye por los callejones que unen la Puerta de Toledo, el barrio de la Latina y la Plaza Mayor.
A lo largo de cientos de puestos aparecen mesas cubiertas de reliquias, desde relojes antiguos, hasta ropa de segunda mano, pasando por los vestigios del más ferviente comunismo.







-"Todo a 1€, todo a 1€. Para la que sabe comprar" - anunciaba una señora. Junto a ella un joven vendía pantalones Levi's a 10€. No hemos podido resistirnos, y tras hacernos con un par hemos continuado, cámara en mano, inmortalizando las entrañables escenas que se sucedían a nuestro paso.

He de decir que no he sido la única en caer en la tentación del chopping. Luis se ha comprado una camiseta en uno de los muchos tenderetes que hay. Yo quería una de Mickey (que al desdoblar descubrimos que era Minnie) pero no tenían mi talla, así que ya tenemos excusa para volver el domingo que viene!

sábado, 17 de julio de 2010

Madrid. Tras un breve descanso.

Ya estamos de vuelta tras casi dos semanas de "vacaciones".
Hemos estado ultimando los detalles del viaje a Barcelona, pues aunque aun nos quedan bastantes días para marcharnos, queremos que el primer viaje oficial de nuestra patata salga redondo.
Entre medias, nos hemos permitido el lujo de escabullirnos del bullicio que anegaba Madrid con los festejos previos a la final del mundial, con la consecuente huida a un tranquilo rincón de la sierra. El encuentro lo vimos en casa, como unos señores, y a la calle nos lanzamos, junto a cientos de miles de personas, para dar la bienvenida a los jugadores de la selección.
Hoy no me extiendo mucho (el calor, la culpa la tiene el calor) pero no me quería ir sin recomendar dos de las visitas obligadas en la capital durante el verano: el Museo Reina Sofía y el Círculo de Bellas Artes. Ambos han favorecido a ocupar nuestro tiempo durante este tiempo.
Al primero nos condujo la exposición Manhattan, uso mixto en la que encontramos desde instantáneas realmente buenas, hasta simples fotos que se dejan empapar de la pasada fama de su artífice. Pero sea cual sea la excusa que nos conduzca al interior de la famosa pinacoteca, no debemos olvidar que se trata del escenario en el que descansan obras de la talla del Guernica de Picasso, o la Muchacha en la ventana de Dalí.
Al segundo llegamos de la mano del fantástico Woody Allen, gracias a la muestra cinematográfica New Hollywood, que el pasado miércoles proyectaba el filme Manhattan. Tras la película, y el euro de rigor, subimos a la terraza, desde donde pudimos disfrutar de unas inigualables vistas de la ciudad anocheciendo. Por último cerramos el día visitando la recién inaugurada exposición de Robert Capa testificando escenas de guerra.




En definitiva, hemos tenido unos días de lo más neoyorkinos :)

lunes, 5 de julio de 2010

Madrid. Servicios mínimos

La pasada semana, Madrid se vio sumida en un caos infraestructural. La causa de este desbarajuste fue la huelga convocada por los trabajadores del metro.
Los trabajadores de este medio de transporte se vieron afectados por la decisión tomada desde el Gobierno de reducir en un 5 % el salario de los funcionarios, a pesar de no formar parte de dicho colectivo, lo que llevó a éstos últimos mostrar su descontento convocando una huelga.

La interrupción del servicio comenzó asegurándonos la disponibilidad de al menos el 50 % de los trenes, manteniendo el servicio mínimo para que en la medida de lo posible el parón no afectase a las necesidades de los ciudadanos.
Tras el primer día de huelga, una noticia nos sorprendía a todos: Ya no se ofrecía el servicio mínimo establecido. No circulaba ningún tren por las vías del metro.

Las miles de personas que utilizan el metro a diario se encontraron ante una huelga total y tuvieron que buscar rápidamente otros medios de transporte para llegar a su destino , desde transporte público, como el autobús y la RENFE, hasta medios privados. Este incremento repentino del uso del transporte en la superficie condujo a un ahogamiento de las calles en la capital, convirtiéndola en un hervidero de metal, ruido y angustia que se extendió rápidamente entre todos los ciudadanos. En ese momento pudimos ver las consecuencias que conlleva suprimir totalmente el transporte público más utilizado de todo Madrid, unas consecuencias que nos afectaron a todos por igual.

Y aquí llegamos al punto donde comienza la diversificación de opiniones, siendo estas dos las más generalizadas:

  • Apoyar la huelga, ya que los trabajadores han logrado llegar a una huelga total, pudiendo ejercer una presión mayor sobre el Gobierno.
  • No apoyar la huelga, pues los operarios ejercen una detención de servicios que no es solidaria con el resto de los ciudadanos.

Argumentaré la segunda, dado que, desde mi punto de vista, es la más razonable.
Bien, comencemos por preguntarnos qué busca una huelga. Creo que todos estamos de acuerdo con el hecho de que una huelga busca la movilización de los trabajadores para expresar su disgusto con las decisiones tomadas desde cualquier organismo superior a ellos, concienciando a los ciudadanos de la injusticia que sufren a la vez y buscando su apoyo. 
Si tenemos en cuenta estas premisas, vemos que sin problema alguno logran realizar la primera de ellas, ¿qué mejor forma de molestar al patrón que interrumpiendo su fuente de ingresos durante varios días?
Hasta aquí, todo marcha perfecto, pero entonces nos encontramos con el tema del trato al ciudadano.

Como escribí antes, nos encontramos ante un Madrid embotellado y congestionado, lo que dificulta a la población llegar a cualquier sitio y en cualquier situación, desde  entrevistas de trabajo o exámenes, hasta simples citas o visitas a familiares. Pero los atascos no entienden ni distinguen de necesidad o urgencia. Afortunadamente, no conocemos ningún suceso que haya terminado en tragedia en esos días, pero bien podrían haber quedado atrapados camiones de bomberos, ambulancias, coches de policía... Es decir, se puso en juego, sin ningún tipo de tapujos, el bienestar social, algo inaceptable desde cualquier punto de vista, incluido el mio.
Realizar un cese del trabajo rompiendo una premisa tan importante es caminar sobre una cuerda floja, pues no sólo se han negado a cumplir unos servicios mínimos necesarios que puede acarrearles el despido, sino que han logrado enemistarse con buena parte de los ciudadanos.

En mi opinión, éste no es el modo de realizar una huelga, una huelga movida por el principio de "hoy por mí, mañana por ti", pues aunque suene algo prejuicioso, el "hoy por mi" ya lo tenemos, pero ¿quién nos garantiza el "mañana por tí"? En resumen, nos piden ser solidarios frente a actos que no lo son.
Recuerdo que no estoy en contra de la huelga como tal, al contrario, pero  el que el poner en peligro vidas humanas lo encuentro excesivo.

Por último, queremos expresar nuestro respeto hacia todas las opiniones, ya que son tan valídas como las que podamos tener nosotros. Si quereis compartirlas dejad un comentario, prometemos contestar. :)




domingo, 4 de julio de 2010

Madrid. Un año para trans-formar.

Tras una noche de diversión llegan grandes represalias en forma de pequeños titulares, que se hacen eco de las voces de la ciudadanía más conservadora...

"Los gays expulsan a 6.000 vecinos para celebrar su orgullo"




"La fiesta del Orgullo Gay deja en Madrid casi 97.000 kilos de basura"



"La marcha volvió a repetir escenas de ediciones anteriores,
unidas a repetitivas consignas contra la Iglesia"

Afortunadamente, una valiente minoría revolucionaria y liberal, retó a ricos y pobres, a ancianos y niños, salió a la calle y se contagió del color y la alegría que inundaba cada rincón de la principal arteria madrileña. He aquí una pequeñísima muestra de ello:









Buenas noches y felices fiestas del orgullo



sábado, 3 de julio de 2010

Madrid.

igualdad. (Del lat. aequalĭtas, -ātis). f. Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad. || 2. Correspondencia y proporción que resulta de muchas partes que uniformemente componen un todo. || 3. Mat. Equivalencia de dos cantidades o expresiones. || ~ ante la ley. f. Principio que reconoce a todos los ciudadanos capacidad para los mismos derechos.

Hoy se celebra en Madrid el Desfile del Orgullo Gay. Decimos que es un desfile por su colorido, porque a todos nos recuerda al carnaval, con sus carrozas, sus vestidos de lo más estrafalario, con su aura de felicidad y esperanza. Pero en realidad es una manifestación, una petición de igualdad y consideración. No piden la comprensión de nadie, no reclaman que se les entienda, que se comprenda como puede existir un sentimiento de tales magnitudes entre personas del mismo sexo. Tan sólo persiguen el respeto mínimo que, en pleno siglo XXI, continua brillando por su ausencia.

El otro día, sin ir más lejos, coincidí con una amiga en el autobús. Después de un rato hablando sobre ropa, rebajas y fútbol, le pregunté que con quien iba a ir al desfile, dando por hecho que iría, a lo que me respondió a la gallega, con otra pregunta, diciéndome que si yo pensaba ir. Yo respondí con un contundente "claro, ¿tú no vas?". Su respuesta fue la siguiente: "no tía, es que, yo que sé, son raros ¿no?" (mueca de repulsión, o asco rodeos aparte, incluida)

He aquí una pequeña muestra de la sociedad que tiene en sus manos la responsabilidad de cambiar este mundo.

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Esta tarde nosotros iremos al desfile, no sé si tendremos la oportunidad al igual que el pasado año, de portar una de las pancartas, pero aportaremos nuestro granito de esperanza sin duda. Después iremos a ver el partido y a apoyar a la selección, que una cosa no quita la otra :)

Mañana publicaremos las fotos de la fiesta.